Estás próxima a hacer una carrera, seguro llevas varios meses entrenado y preparándote para ello. Independientemente de la distancia que vayas a conquistar, siempre se sienten nervios, ansiedad e impaciencia, es normal, no te preocupes. Solo ten en cuenta que los momentos previos a la carrera, son los más importantes, así que para que no cometas algún error, aquí te dejamos algunas recomendaciones.
- Lo primero que debes saber, es que el entrenamiento ya está hecho, que ha salido bien, que estás en forma y totalmente preparada para la prueba que estás a punto de realizar.
- Descansa e hidrátate bien durante los tres días previos a la carrera. Recuerda que la hidratación es básica para que tengas un buen desempeño y una carrera feliz. El descanso es muy importante, esto no significa que tengas que estar en cama o encerrada en tu casa, sal y distráete, relájate y trata de no pensar en la carrera; si vas a caminar, procura que no sea una distancia muy larga y no estés mucho tiempo de pie, disfruta de una tarde tranquila y sin presiones de ningún tipo.
- Realiza tu entrenamiento final o “trote suave”, que no exceda los 25 minutos y que sea muy leve, únicamente para mantener “despierto” a tu sistema cardiovascular y que los nervios se te pasen un poco.
- Prepara la ropa que usarás en la carrera, deja todo listo desde la noche anterior. Tu playera con el número puesto, flip belt o cinturón con todo lo que necesitarás (geles, chocolates, etc), tenis listos, tines, medias de compresión, reloj, chip, brazalete, en fin… todo lo que usarás en tu recorrido, de esta manera aseguras que no olvidarás nada para tu competencia.
- No hagas una cena pesada ni experimentes con alguna comida nueva, no quieres enfermarte o sentirte pesada al momento de competir. Lo más recomendable es cenar pasta sin mucho condimento y que sea unas tres horas antes de dormir, de ésta manera tu digestión habrá hecho su trabajo y no tendrás ninguna “sorpresa” al día siguiente.
- Báñate antes de irte a dormir para que te relajes un poco y descanses mucho mejor.
- Trata de dormir temprano y si los nervios no te dejan dormir ¡no te preocupes! Mientras ya estés acostada, estarás descansada para el gran día.
- Levántate con tiempo, de esta manera no generarás un estrés innecesario de ningún tipo. Arréglate con calma y NO TE BAÑES, sí! leíste bien ¡no lo hagas! ¿Porqué? Porque cuando te bañas relajas todos los músculos de tu cuerpo y cuando corres, los tensas, así que si no quieres lesionarte de ninguna manera, vete a correr “en tus jugos”.
- Desayuna muy ligero, pero desayuna, recuerda que tu cuerpo necesitará energía demás. Un sándwich de nutela, café y listo ¡a correr!
- Llega a la línea de salida con tiempo, por si quieres pasar al baño, dejar cosas en el guardarropa, encontrarte con tus amigos, o simplemente evitarte nervios innecesarios.
- Calienta unos 10 a 15 minutos todas tus articulaciones y termina con un trotecito suave, esto te ayudará a relajarte un poco y dejar los nervios atrás.
- Entra a tu corral con tiempo y ahora sí ¡A DISFRUTAR del gran día!
Recuerda que lo más importante es tener una buena experiencia en cada competencia, alcanzar tu meta y sonreír cuando cruces la meta.
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