Así como entrenando nuestro cuerpo podemos lograr mayor resistencia, potencia muscular, flexibilidad, etc, entrenando a nuestra mente podemos lograr mayor capacidad de concentración, atención, de sacrificio y por tanto, retardar en gran medida, un agotamiento prematuro. En mi experiencia, pienso que “Con el cuerpo conquistas metas, con la mente te conquistas a ti”. Definitivamente la mente de un atleta debe ser muy fuerte, enfocada y sobre todo POSITIVA.
En mi caso la estrategia que me funciona en cuanto a la carrera se refiere es la siguiente:
- Empezar despacio. La carrera es larga, lo más conveniente es tomarlo con calma y comenzar en números negativos. Yo tomo los primeros 3km para calentar mi cuerpo. La primera mitad debe ser más lenta que la segunda, si sigues esa estrategia, tu cuerpo te lo agradecerá durante la parte más demandante.
- Haz tu propia carrera. No te preocupes si muchos corredores te pasan, tú enfócate en tu ritmo y en tu estrategia planeada. Es muy bueno e importante usar un tatuaje o en su defecto una pulserita con tus tiempos por km o por milla para que vayas llevando el control del tiempo que quieres lograr en tu carrera.
- Mantén la calma: Aunque estés súper emocionada por la carrera, por el ánimo de la gente o porque simplemente estás ahí corriendo; te recomiendo que te mantengas tranquila y guardes esas energías y esas vibras para el final de la carrera, créeme que te van a ayudar muchísimo cuando sientas que ya no puedes dar un paso más.
- Divide la distancia: Es mucho más fácil cuando divides la distancia, pues es como si establecieras metas cortitas durante toda la carrera. Por ejemplo, puedes dividirla en tramos de 7km, ésta métrica siempre funciona, ya sea que corras un 21k o un 42k, pues el recorrido es en múltiplos de 7 y puedes hasta planear la toma de tus geles, sportbeans, miel o lo que sea que estés acostumbrado a comer durante tu carrera. Yo por ejemplo me tomo medio gel cada 7km, con eso agarro energía y no siento el agotamiento tan fuerte.
- Olvídate de la pared. Sí o sí en cualquier momento de la carrera, sobre todo cuando corres un 42k, alrededor del kilómetro 30, sentirás que tus piernas ya no pueden seguir más; es una sensación de pesadez espantosa, como si trajeras sacos de arena en cada pierna y no puedes seguir cargándolos. En este momento tienes dos opciones: escuchar a tus piernas diciendo ¡PARA! O utilizar el poder de tu mente para darle la vuelta y convencer a tu cuerpo de que puedes hacerlo, ya entrenaste todo este tiempo para este momento. Yo utilizo dos técnicas: una la escuché de mi súper ídola Paula Radcliffe, y consiste en contar del 1 al 100 y de regreso, de esta forma distraes tu mente del cansancio. La otra, yo siempre tengo un “mantra de poder” (checa como hacerlo aquí) y lo repito tantas veces sea necesario, hasta pasar ese estado de cansancio a un estado más eufórico donde siento y CREO que puedo con esto.
- Habla contigo misma. Es súper importante que en los últimos kilómetros, platiques contigo y te recuerdes todo lo que hiciste y pasaste para llegar ahí. No olvides que cada desmañanada, cada ida a dormir temprano, perderte alguna fiesta, haber cambiado tus hábitos alimenticios, todo ha valido la pena, pues estás a punto de conquistar un sueño y no cualquiera lo logra. Sobre todo recuerda lo importante que es para ti cumplir ese sueño y cruzar esa línea de meta.
Recuerda que la parte más importante del entrenamiento, es la mental, pues puedes estar muy preparada físicamente y haber cumplido al pie de la letra tus entrenos, pero si no crees en ti, no lograrás llegar a la meta. Todos los atletas de alto rendimiento hacen uso de esta psicología deportiva para lograr sus objetivos. ¡Hazlo tú también y así siempre tendrás experiencias maravillosas en cada reto que te propongas! El último tip: no olvides sonreír cuando cruces la meta y poner tu mejor cara, para que cuando veas tus fotos, recuerdes ese momento siempre, ¡como si fuera mágico!
#animochinga #nevergiveup